INCENDIARY

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Mi amor por Ewan McGregor prometía ser infinito pero realmente después de aguantar toda la retahíla de películas que ha hecho desde el Episodio III (y esta la cuento para no deprimirme del todo) es posible que estemos atravesando una gran crisis de fe (sólo solventable si Ángeles y Demonios salva el pastel). Y es que el guapo escocés se ha propuesto poner a prueba a todos sus seguidores con una serie de irregulares películas que a pesar de ir envueltas en un papel bonito y luminoso como Renee Zellweger en una comedia romántico (que resultó ser un dramón insufrible), acción juvenil (que se convirtió en un cameo vergonzoso), thrillers sexuales (con menos sensualidad que un anuncio de patatas fritas que no arreglaba ni la presencia de Hugh Jackman) , cine independiente con Woody Allen (que provocó la huida de Londres del director neoyorkino) ,un thriller psicológico con Naomi Watts en plena moda (que animaba al suicidio) e incluso una de acción con Scarlett Johansson y Michael Bay (de esta ni siquiera quiero hablar porque su “doble papel” fue demasiado para mí) entre otras perlitas , mi pasión de antaño amenaza con disolverse. ¡Si hasta I love you Philip Morris con Jim Carrey tuvo problemas para encontrar distribuidor en USA! ¿Qué te está pasando chico?

Incendiary tenía ese mismo aspecto lustroso por fuera. Dirigida y escrita por Sharon Maguire en lo que debía ser su retorno triunfal tras la cámara desde 2001 cuando completó la película de cabecera de toda solterona “El Diario de Bridget Jones”. Un trailer engañoso que la viste de thriller erótico cuando en realidad sólo hay una escena de sexo de lo más descafeinado (recordemos que McGregor ha regalado grandes desnudos totales en sus películas sin pudor) y una compañera que repte, Michelle Williams (La Lista). Pero una vez terminado con este repaso y desterrada toda esperanza la película se convierten un drama pedante, mal estructurado y bastante aburrido.

Una madre fiel y comprensiva pasa el tiempo dedicada en cuerpo y alma a su pequeño mientras su marido, un policía de la sección de artificieros trabaja constantemente. Desatendida fantasea mientras mira por la ventana viendo entrar y salir a un apuesto vecino que cada noche aparece con una nueva jovencita. Una noche en un bar el citado pelirrojo se le acerca y acaban en su casa. La traición caerá sobre ella en forma de atentado terrorista donde tanto su marido como su hijo acaban perdiendo la vida. Obsesionada con ello comenzará una vida errática y sin sentido. Mientras el amante, que es periodista, cubre su propia obsesión intentando saber qué sucedió en aquel atentado para encontrar su paz y la de su “amiga” .

Enésima aproximación al mundo del terrorismo y los atentados con sello Made In UK. Recuerda y apela a la conciencia de todos aquellos que tiene en mente los desdichados accidentes en el metro de la ciudad londinense ya que planea sobre toda la historia ese halo de miedo, angustia y pérdida pero no con la suficiente perspectiva y consistencia como para resultar interesante o al menos regular. De ese modo los cambios anímicos del insufrible personaje de Williams unido con su falso acento británico son uno de los más insalvables lastres de la producción o al menos de los más visibles junto con esa confusa estructura y patriotismo barato con el que nos deleita Sharon Maguire.


PROS: Quitando el gusto de ver partes de la anatomía de McGregor y Williams poco más.

CONTRAS: Que Maguire al quedarse sin idas y gracia no se haya retirado del todo y nos atormente de este modo.



Por cierto, para ahorrar el visionado me he permitido la licencia de regalaros con las instantáneas de Ewan en plena acción, si preferís los senos de su partenaire vais a tener que buscarlas en otro lado ¡Salidorros!




1 comentario :

  1. El sábado la vi en la tienda y casi la rento, pero al final desistí, afortunadamente.

    Ahora, respecto a las fotos, debo confesar que la tercera y la cuarta me gustan bastante.

    Saludos.

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