Si hay un película para escribir páginas y páginas sin cansarse y seguir indagando en las ideas y las consecuencias del milenialismo actual es Assassination Nation o como llegará a a España Nación Salvaje. La película llegará a los cines el 29 de marzo y viene precedida de muy buena acogida en todos los festivales donde se ha presentado porque es una visión satírica, repleta de humor negro y violencia que no deja indiferente a nadie. Para bien o para mal.

La cinta comienza con una declaración de intenciones, una presentación catártica al más puro estilo MTV donde las cuatro protagonistas exponen las cartas antes de que se rompa la baraja y que continua con un ritmo frenético donde si entras en el juego te ganarán desde el minuto uno.
Funciona muy bien su reparto, unas chicas que saben lo que quieren y reparten estopa. Las nuevas brujas de Salem no hablan de brujería, hablan de sexo, traición, alcohol, drogas, apariencias, compañerismo, y moral. Cada una tiene la suya, eso sí, y si no te gusta pues en el momento del estallido siempre puedes tomarte la justicia por tu mano. Pero antes de llegar a esa peculiar noche de "la purga" pasan por analizar los egos masculinos, las mentalidades de los adultos que les rodean e incluso la concepción del uso de la tecnología para justificar cualquier tipo de comportamiento. es que está demostrado que esconderte tras una pantalla hace que los usuarios actúen con total impunidad y el anonimato sea una coartada para cualquier barbaridad que va desde el acoso al uso de máscaras cuando la cosa se vuelve más personal.

Si, me ha entusiasmado, y tras verla una segunda vez me ha planteado muchas más dudas e inquietudes que la primera, y eso que se trata de ficción, se trata de extremos, se trata de la vida de las nuevas generaciones.
A título personal y para no dejaros con la intensidad y pensando que la película es una oda independiente llena de reflexiones densitas os quiero comentar que Sam Levinson (si, hijo de Barry) tiene muy buena mano en el discurso y que la locura desenfrenada de montaje y el discurso violento y loco de su final, con toda esa bandera de Estados Unidos presidiendo la orgía de sangre, no tendría sentido sin sus protagonistas, sin una Hari Nef que presenta el papel de transexual más refinado, realista y necesario que he visto en mucho tiempo, sin Odessa Young, Abra o Suki Waterhouse, sin darle un papel minúsculo y despreciable al nuevo Pennywise, Bill Skarsgård o convertir a la nariz más perfecta del mundo cómico en un ser despreciable en el papel más canalla de Joel McHale.

Una perlita bañada de feminismo, empoderamiento y todo lo que hayáis leído por las redes, pero que va más allá de eso. no os quedéis sólo con las modas, degustarla despacito y haced vuestra propia lectura porque merece la pena.
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