MI VECINO TOTORO

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¿Leías Barco de Vapor? Porque si eres de la generación que disfrutaba de las aventuras del Pirata garrapata o de Fray Perico y su Borrico a lo mejor te resulta familiar otro título de la colección, Apareció en mi ventana, en el que un bichito encantador aparecía en la ventana de Gil sin forma definida que bien podía ser un monstruo o un compañero idea. Nunca aparecía una foto pero por los datos que te daban podías imaginar colmillos, simpáticos pies, lo único que era cierto es que se alimentaba de papel y trastocaba el mundo de Gil. El simpático monstruo era un mukusuluba,y nació de la imaginación de Alfredo Gómez Cerdá.

Puede parecer que no viene a cuento este alegato a favor de la imaginación infantil pero en realidad este es el espíritu que resalta mi vecino Totoro. La historia de dos niñas que se mudan a un pueblecito con su padre mientras su madre se recupera de Tuberculosis en un hospital cercano en los años 50. Las tradiciones locales y las historias y cuentos de su padre, un profesor universitario, y una vecina les sirven de evasión persiguiendo duendes de l polvo y conociendo un espíritu travieso del bosque, el simpático Totoro, una especie de oso-conejo gigante que habita en el interior de un árbol y que convertirá sus vidas en algo mágico.

Hayao Miyazaki tiene un toque especial, es sencillamente porque se atreve a poner algo en cada una de sus películas que es visceral y hasta de la anécdota más pequeña e infantil desarrolla un viaje hacia el cambio, la madurez y la magia. No es fácil unir una tradición milenaria con supersticiones tan variadas y conseguir que la fantasía quede intacta en personajes que de una forma u otra están marcados por desgracias pero de algún modo sutil y delicioso a través de ello consigue adivinar pinceladas de simpática y genuina comprensión en los niños que hay dentro de cada espectador. Totoro consigue lo mismo que consiguió para toda una generación el mukusulumba, reobrarnos que hay un niño dentro de todos y que sólo es necesario creer para poder ver a Totoro, los duendes del polvo o el gatobus.

Totoro, desviación de una pronunciación incorrecta de la hermana menor de esta historia, que en realidad se traduciría como Troll, es un bonachón y simpático espíritu del bosque que ayudará a las hermanas a superar sus miedos y seguir siendo niñas. No sería desacertado decir que en su guión no pasas absolutamente nada, que en realidad los cambios que experimentan las dos hermanas son más producto del mundo real que del fantástico pero el preciosismo del dibujo y la inocencia que desprende el conejo-azul-gigante son en realidad lo que más conecta con el público ávido de una dosis de amor hacia los demás, hacia la naturaleza y hacia sí mismos.
Todos deberíamos tener un vecino como Totoro.

PROS: La capacidad de conectar con el niño que hay dentro de cada espectador independientemente de su edad.

CONTRAS: Se le puede acusar de hacer personajes planos y ciertamente demasiado sencillos.

3 comentarios :

  1. Oh, veo que te estás poniendo al día con el anime, me alegro.

    Mi vecino Totoro, como cualquier película hecha por Miyazaki, es preciosa. Quizás, junto a Niki, la más orientada al público infantil. A mí me cautivó especialmente el Gatobús que era simpatiquísimo y tétrico a la vez.

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  2. y la bso es maravillosa, como la mayoría que componen estas películas, totalmente de acuerdo con Carlos, demasiado infantil.

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  3. Tengo "empacho" Me he dado una panzada maratoniana de Ghibli y a la cuarta peli estaba que escupía espuma por la boca...

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