SMART PEOPLE

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Pomposo. Es la definición del protagonista de la cinta y también se puede aplicar al resultado final de esta.

Un profesor pedante y austero tanto en lo profesional como en lo personal tras un accidente inicia una relación con una joven doctora. A la vez su hermanastro se muda a su casa mientras su hija adolescente se mantiene inquietantemente pasiva concentrada en su papel de pequeña ama de casa perfecta y su otro hijo se aleja tras intentar conseguir un mínimo de atención.

Si el profesor es bochornosamente aburrido, lacónico y exasperante aún lo es más su hija, protagonizada por el engendro cinematográfico que es Ellen Page que con tanta falsa profundidad de personajes empieza a resultar altamente nociva para la salud del espectador tras esas brillantes Hard Candy y Juno. Ella está como el resto de sus compañeros, perdidos en un mar de presuntuosidad y grandilocuentes conversaciones sobre las miserias de la raza humana sin acercarse siquiera a tener un ápice de sentimiento. Su personaje de niña prodigio incomprendida es posiblemente más necio aún que el de su padre y tanto ella como Dennis Quaid provocan un buen número de bostezos.

Sarah Jessica Parker se muestra tan despistada en los papeles dramáticos como suele estar en los cómicos. Tan sólo Thomas Haden Church consigue hacer despegar un poco la trama rimbombante que pretenden vender con aire de comedia dramática independiente.

¿Qué le está pasando al cine independiente? Parece que lo que antes caracterizaba un género tan interesante se está convirtiendo en una plaga. Argumentos artificiales, diálogos imposibles llenos de replicas rápidas y tan aparentemente brillantes que se nota que son artificiales a la legua y siempre girando entorno a familias más o menos desestructuradas. Películas vacías, estancadas y que no avanzan hacia ningún claro destino. Simplemente grandes envoltorios y nombres brillantes en sus carteles como si ahora obligaran a los buenos actores a cubrir un cupo de cine barato para poder seguir con sus taquilleras careras.

En resumen, un cúmulo de sinsentidos que conseguirán curar el insomnio de cualquiera.


PROS: Thomas Haden Church, el único que conserva la coherencia.

CONTRAS: Que todas las situaciones son absurdamente forzadas.

1 comentario :

  1. Absolutamente de acuerdo contigo. Personajes sin alma ni sentimientos. Drama de cartón.

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