LOS SUSTITUTOS

84 minutos dura tan sólo la nueva propuesta de Bruce Willis, el actor más irregular de la historia del cine actual (seguido de cerca por su compañero de calvicie Nicolas Cage). Y a pesar de tener el embalaje de ciencia ficción se desenvuelve en el campo de las películas policíacas desmembrando uno a uno los mitos de la serie B del género edulcorado con toneladas de millones de dólares.

Vivir por delegación, esa idea no es nueva y de hecho en la reciente Gamer la explotaban en una suerte de Second Life con personas reales sublimadas al deseo de sus compradores. En esta ocasión todos los seres humanos viven a través de robots dirigidos por ellos mismos mientras vegetan en sus casas. Versiones mejoradas, alteradas o totalmente ficticias que sustituyen la vida real en algunos casos por comodidad y otros simplemente por miedo a enfrentarse con sus verdaderas identidades. Un asesinato misterioso llama la atención de Greer, un policía antipático que comienza a tener una animadversión por su yo sintético y sobre todo hacia el de su mujer. No sólo el robot es destruido si no que la persona detrás del mismo que debería estar en su casa segura muere en condiciones inexplicables. Pronto tendrá que abandonar la comodidad de su hogar para enfrentarse con el magnate de una industria que controla los “sustitutos”, con el único miembro subversivo de la rebelión de los robots y con las preconcebidas idas de la nueva sociedad.

Con un fariseo planteamiento Jonathan Mostow aborda la idea original del cómic de Robert Venditti y Brett Weldele como un espectáculo pirotécnico y decide no dar mayor calado moral a sus planteamientos optando por dejar al libre albedrío los agujeros del guión y la implicaciones de las ideas que desprende la cinta. Por eso Los Sustitutos vista como mero entretenimiento no fracasa del todo resultando en su conjunto entretenido y moderadamente interesante.

Bruce Willis pone poco entusiasmo en un papel hecho a medida que no requiere ningún tipo de esfuerzo, y eso a la larga es un lastre.


PROS: Que consciente de las limitaciones opta por ser un homenaje al cine setentero (con más pasta) y además recorta inteligentemente metraje.

CONTRAS: La linealidad y previsibilidad del planteamiento.