

Ni cortos ni perezosos emplearon una foto del fotógrafo Javier Aramburu. Si accedéis a su web podéis ver su trabajo, entre la selección de la portada el “ojo de la discordia”.

El mozo, obviamente, reclamó los derechos y pidió que el cartel se retirara. ¿Me siguen de momento? Pues ahora el cartel luce de esta forma:

Pero lo realmente curioso tras los dimes y diretes y que los publicistas de la directora se defendieran diciendo textualmente que el problema lo tendría “el tipo que diseñó los carteles”.
Pero para rizar el rizo, y por ponerme a meter vigas en el ojo ajeno, si cualquier lector quiere ver como semejante medida de retirar los carteles ha sido chapucera sólo tiene que acceder a la web de la película y comprobar como su diseñador, un poco chapucero, a pesar de usar el “nuevo ojo” no ha cambiado el “favicon” (el dibujo que aparece en la barra de direcciones, donde, efectivamente queda el reducto del plagio.
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