Muestra Syfy Edición Halloween 2021

 Mucho hemos bromeado del último evento cinematográfico al que tuvimos la oportunidad de asistir antes de la pandemia mundial. Una Muestra llena de risas nerviosas y agoreros "vamos a morir" dichos un poco en broma y un poco en serio. no en vano estábamos en un festival de cine fantástico y de terror, así que un poco se prestaba a ello, ¿no creen? Y cuando empezábamos a pensar sobre si sería posible llevar a cabo una edición post apocalipsis vírico llega la noticia de que no sólo habrá edición en 2022 si no que además nos regalan una muestra extra con un día lleno de cine, del que prometía bueno, para celebrar Halloween. no podemos estar más agradecidos por ello. 

La cita, en esta ocasión mantenía el entorno privilegiado que es el Palacio de la prensa y la fecha no podía ser otra que la noche más fantasmagórica del año. Halloween. El 31 de octubre, escasas dos semanas después de nuestro retorno de tierras catalanas y aún dirigiendo las bondades degustadas en el Festival de Sitges. Lo que no podíamos presagiar es que además iban a rescatar cuatro de las películas que se nos escaparon en nuestra loca selección de cine malo anual. Y además de las que nos dolió perdernos y que con esta muestra confirmarían nuestras sospechas y esperanzas puestas en ellas. 

Por la mañana la cosa se inauguró como es costumbre con una proyección de una peli ya considerada clásica. La infravalorada en su momento "Agárrame esos fantasmas" de Peter Jackson, una comedia sobrenatural con fantasmas y estafadores de diferente calaña protagonizada por un ya decadente pero super solvente Michael J. Fox. Como siempre esta entrada era gratuita fuera de bono y previa recogida en taquilla. Aunque del tema de la organización de la taquilla para el canjeo de los bonos mejor no vamos a hablar porque somos personas disfrutonas por naturaleza y preferimos las polémicas para mejorar y no para regodearnos en las desgracias de la organización.

Pero lo bueno señores estaba en la tarde. Cuatro películas, un autentico maratón con mascarillas, sin chuches ni bebida pero siempre presentado por nuestra musa, la incansable Leticia Dolera que se debe a este festival como ávidos defensores y consumidores de todo aquello que sale de su cabecita. Yo como feminista exacerbada no tengo punto medio y confieso que tras más de 12 años hemos crecido con ella y la queremos como una más. 

A las 16.00, la hora de "los motivados", esa que es propensa a la siesta y al reposo eligieron la cinta japonesa Beyond the infinite two minutes. Una cinta nipona grabada con poquísimos medios pero muchísima imaginación en tono de comedia loca que plantea la posibilidad de que la tele del bar de abajo te permite ver lo que sucede en los próximos dos minutos. Un poder que puede parecer un poco absurdo pero que con una buena dosis de ganas y de humor se convierte en un ejercicio de género memorable y que cosechó críticas en Sitges como la digna sucesora de ese One cut of the dead que era también una maravilla low cost. 

Más densita prometía ser The Medium, una cinta Tailandesa que causó sensación en el festival de Sitges y que estaba grabada como un documental en el que entraban en juego als fuerzas sobrenaturales de los dioses Tailandeses. en concreto la historia de la familia de la medium de la diosa Bayan. Como podéis comprender la cosa se va torciendo y acaba siendo muy loco todo. El ritmo, no os vamos a engañar, no es muy trepidante, pero la verdad es que van pasando cosas continuamente y tiene un in crecendo que desemboca en un ritual hiperviolento por lo que las dos horazas y cuarto de metraje no se hacen infernales. 

Otro punto fuerte que también desemboca en cines casi en febrero es la última ida de pelota de Nicolas Cage, Prisioneros de Goshtland. Para ser justos el director tiene también mérito en este asunto. La cuestión es que en el género ya denominado "Cage haciendo cosas bizarras" en esta ocasión se enfunda en un mono profiláctico de cuero sintético bien apretado y tiene que rescatar a la protegida de un señor que lo mismo podía estar en el desierto de Méjico que en las llanuras de Japón. Entrar a evaluar el diseño de producción y escenografía/vestuario y demás darí par varios libros en este caso concreto. La cuestión es que el tiempo no juega a su favor y en el mono tiene insertadas bombas, estratégicamente colocadas de forma que si no cumple lo requisitos le dejarán sin gónadas. Vamos que tiene que encontrar a la muchacha "por huevos", concretamente por los suyos. A priori esta historia tan absurda podía hasta hacerme reís pero la verdad es u pese al entusiasmo con el que, ilusa de mí, esperaba la nueva ida de olla de Nic. Por desgracia no me reí, esa era mi única baza. Tampoco me dormí, cosa que le puede sumar un punto pero de verdad que se mueve en el limbo del suspenso meteórico, muy a mi pesar.

Y para terminar la noche y el reencuentro con el cine llegó Última noche en el Soho. Una película preciosista y efectiva del siempre mitificado Edgar Wright (y con motivo) en el que recoge la experiencia de una chica que tiene poderes y se va a estudiar a Londres. Allí las ensoñaciones le descubrirán un pasado oscuro que rodeaba a la chica que vivía en su piso a través de las calles más siniestras de aciudady lo que empieza siendo una aventura se torna en un siniestro crimen que quiere descubrir. Un Giallo con tinte paranormal interpretado por los mejor del panorama con Thomasin McKenzie y Anya Taylor-Joy a la cabeza acompañadas de Terence Stamp o Matt Smith, A mí me ha encantado, pero venía con un sí de casa.


Deseando que esta cita se instaure como fija en nuestras agendas cinéfilas. Gracias Syfy por seguir trayendo cine a nuestras pantallas. 


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