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Exceptuando alguna sorpresa en la cartelera las comedias americanas con tema adolescente suelen ser una gran decepción. Las gamberradas de los quinceañeros del país más “civilizado” del mundo tienden hacia esquemas tan sumamente ridículos y carentes de sentido que si no optan por fantasiosas interpretaciones acaba siendo un petardo de impresión. Sex Drive es una especie de Fuga de Cerebros en versión yanky. Sus directores y guionistas han intentado poner mucha carne en el asador y al final se han quedado en una versión edulcorada y poco realista de la típica road movie con algún pecho.
Sus personajes principales son meras anécdotas y los actores adolescentes dan poco de sí mientras que algunos como el reputado James Marsden o el normalmente apañado Seth Green se quedan en piltrafillas decorativas de algunos de los momentos más penosos de la cinta.
Vamos, que ni chicha ni limona’.
PROS: Para amantes del cine de culitos y tetas sin ningún tipo de sentido.
CONTRAS: Totalmente innecesario plagio de la típica road movie sexual pero sin gracia.
ahí ahí, dale caña que estas películas deberían ser eliminadas de la faz de la tierra!
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